“¿Justicia más allá de lo
límites de la reciprocidad?”
COMENTARIO
“Los seres humanos, los animales y la
naturaleza merecen consideración moral, aunque de distinto rango. Entendemos
por ‘consideración moral’, que no se les pueda dañar impunemente, si no hay
razones poderosas para hacerlo. Pero eso no significa que esos seres –a
excepción de los humanos– formen parte de la comunidad moral y de la comunidad
política, ni tampoco que tengan derechos anteriores a la formación de la
comunidad política, de los que se sigan deberes naturales por parte de los
seres humanos” (Adela Cortina)
A
partir de la noción kantiana de deberes indirectos, la autora logra dibujar una
línea que separa el tipo de reconocimiento al que puede estar sujeto un ser
racional dotado de voluntad, del que tiene el resto de los seres vivos y los
objetos materiales.
Si
bien estos últimos no son sujetos de derechos, su buen trato es necesario, ya
que demostraría, siguiendo la tradición kantiana de la Metafísica las
costumbres, algunos elementos de nuestro carácter y el del Derecho el cual
se caracteriza en su ámbito moral de respeto a
aquello que es absolutamente valioso, el ser humano. Destacando que no toda
mercancía puede intercambiarse por algo o tenga algún precio.
El utilitarismo tiene
principios relacionados con la maximización de la utilidad todo con el fin de
buscar la mayor felicidad no solo individual sino del mayor número de personas
posibles, todo esto por medio de la moral o esta racionalidad teleológica,
donde la moral es el medio para alcanzar la felicidad; así que la autora
plantea que si existe una ausencia de regulación hacia la vida (ya sean
animales o el mismo plantea) y esta sea justificada por la carencia de derechos
que puedan tener los seres vivos, entonces que se regule o proteja por un fin “útil”
es decir, el resguardo de las especies por mas tiempo y estas puedan satisfacer
generación tras generación.
“El horizonte de la justicia
mundial: ciudadanía cosmopolita”
Este texto muestra la necesidad de trabajar
por una ética cívica transnacional, la cual “se expresa a través de los
distintos informes, comisiones y comités, pactos regionales y mundiales en las
distintas esferas de la vida social”
Bajo
un ideal cosmopolita que logra entrecruzar las propuestas liberales y
comunitaristas es posible trascender las consideraciones parciales de la
justicia, y abrirle paso a una Justicia cordial, a “una ética tejida
sobre el reconocimiento recíproco de quienes se saben y sienten dignos, y a la
vez vulnerables, conjuntamente hacedores de un mundo que debería estar a su
servicio”
La
capacidad que muestra el texto para entrelazar diferentes corrientes filosóficas
con el objetivo de buscar conceptos y argumentos que logren fundar una ética
cívica.
Lejos de pretender
hacer “conciencia” en el lector, asumo que la intensión de la autora es actuar
por el cuidado y respeto de los seres vivos que han habitado el planeta muchos
años antes que el ser humano, y esto debe manifestarse en todos los sistemas
jurídicos de la actualidad.
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